Su corazón latía tan rápido como
el de un colibrí, mientras el miedo y la incertidumbre llenaban su mente. La
figura de la niña pudo haber sido un efecto de la luz y sombra del pasillo semi-oscuro
que conducía a la sala apenas iluminada, pero el sonido de la caja música… era
el que tenía su adrenalina corriendo al máximo.
Deseando salir y encontrar su
fuente.
La paranoia, el insomnio y no
poder hacer nada… la tenía de ese modo frenético.
Desgraciadamente era la única
persona despierta en la casa. Y su cuarto estaba demasiado lejos… no podía
dormir. No podía olvidar.
La sombra de esa niña.
Los sonidos que solo ella
escuchaba.
¿Por fin habría perdido la razón?
¿Tantas películas de terror al
fin le quebraron?
Si era así, ¿por qué sentía que
esto no era un simple error?
-Porque puedes vernos desde
siempre, pero te niegas hacerlo desde hace mucho tiempo… Jade
Cuando la respuesta vino del lado
derecho de su cama, donde la figura oscura de la niña ahora estaba… el grito no
llego. No, quien podía gritar cuando llego el dulce desmayó. Libre, pero
atrapada. Los monstruos estaban con ella.
-Eres nuestra…
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