Los momentos raros en la vida… son esos momentos que no esperas. La llamada de un ex, un texto o verlo presentarse a ti. Son momentos extraños por si mismo, ya que no sabemos como reaccionar, en especial cuando son esos ex que al final ni ni siquiera pueden decir ex. Ya saben el típico es mi “amigo” pero nos hemos besado, hemos salido solos… hemos estado muy unidos, pero oficial y extra-oficialmente nunca llegamos a nada.
Digo Joder que rarooooo, no se si alegrarme o darme una patada, porque a la final tengo que decir siempre, no manches es mi amigo y todos dan esas miradas de “Si, como no. Y yo tengo alas y soy una puta paloma”. El punto esos momentos son raros, confuso, hilarantes, porque no sabes como reaccionar realmente. A un ex le dices ya, vale si te creo, aun “amigo, que quería como más y ahora no quiero como más pero el parece que si” pues, si es incomodo y no se si reir o llorar, pegarle un tiro con mi glock o reir con él.
Jolines un embrollo total, como diría una de mis autoras favoritas “Liamos la parda y ya nos cuentan las que vienen, que seguro necesitamos vendas para los heridos”
Reflexión de hoy: Mierda, que raras las cosas que pueden pasar cuando menos te lo esperas.
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